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jueves, 22 de mayo de 2008

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domingo, 18 de mayo de 2008

Héroes

Mis héroes nunca fueron Spiderman, ni Superman, ni ningún tipo de esos con mayas. 


Siempre admiré y sentí ganas de abrazar a cualquiera que supiera sentarse a un piano y crear un momento como este con sus amigos:




No hace falta ser un virtuoso para conseguir que quiera vender mi reloj y olvidarme del tiempo. 
Unos pocos acordes, una bonita melodía que conozcan todos... el calor de cualquier café-bar que tenga chimenea, suelo de madera y un piano de pared....

Sentarse mirar alrededor y saber dirigir una escena en la que todos quieran participar... conseguir que todos canten juntos.... incluso las chicas rubias como Uma. (o sobretodo ellas).


viernes, 16 de mayo de 2008

O Mar




Hasta ahora había paseado a su lado cientos de veces, conmigo y con su madre, sentada en su carrito, pero hoy me di cuenta de que nunca le había acercado al agua. 

La cogí de la mano, aparcamos el carrito y comenzamos a andar. Esta playa es larga (5 km) y bastante ancha si la marea está baja, de manera que tardamos un rato en llegar hasta el agua.

Candela pasea agarrando fuerte mi mano, primero sobre una especie de embarcadero de tablas de madera, después sobre la arena directamente. Lo primero que hace al pisar la arena es soltar mi mano y agarrar un puñado. 

Yo la observo, me gusta recrearme en esta parte de su vida llena de primeras veces, de nuevas sensaciones. A veces pienso que la vida vale más por lo que te quede de ver, vivir y aprender que por lo que viste, viviste y aprendiste, quizás por eso la vida de los niños tiene tanto valor y quizás por eso ese puñado de arena es para Candela mucho más que un puñado de arena.  

Me mira vuelve a cogerme de la mano y seguimos caminando hacia el agua "velde". (Candelucha tiene las ideas muy claras, siempre contesta con una seguridad pasmosa. Si le preguntamos -Candelucha ¿De qué color son las vacas? "Veldes", responde ella sin dudarlo un momendo. Para ella todo es verde, de manera que si queremos quedar bien e "impresionar" a alguien, el secreto está en preguntarle por algo verde de verdad.... pero este es nuestro secreto)

El día de hoy es luminoso (hay luz) y el viento sur, cálido pero suave, sin levantar mucho la arena acaricia los hombros de Candelucha, que lleva una camiseta sin mangas de hello Kitty, está graciosa, pero el mar, esta nueva dimensión, el descubrimiento del concepto inmensidad le puso seria la cara. Nunca vió tan lejos el horizonte. 



Hoy Candelucha conoció el mar. Ella aún no lo sabe, pero en esta playa cogerá sus primeras olas... Tiene 18 meses... ¿Será pronto para comprarle su primera tabla de surf?

Y.. yo me acordé de mi infancia y recuperé este escrito de los comienzos de mi blog. Como podéis ver... a esta familia le gusta el mar... :

Al sur de mis recuerdos hay un roca.

Aquella roca de la playa de Berria

donde conocí el mar.


Donde la marea al retirarse dejaba un

pedacito de su inmensidad a la medida

de un niño.


Aquel microcosmos de agua tibia 

Donde me bañaba desnudo.


Al sur de mis recuerdos huele a salitre

y la luz atraviesa un agua clara y salada

llena de los restos de vida 

que se dejó la marea.


Roca  áspera y porosa 

como una gran esponja de mar marrón 

que da cobijo a cangrejos, quisquillas, pececines, lapas

... y a mis recuerdos.


Mi primer polo de naranja y la arena caliente

que salía hasta la carretera. Mi tripuca infantil

(que aún conservo...jeje) naranja y pegajosa...


sábado, 10 de mayo de 2008

Copying Mi hermano


Hace unos días... ¿unos dias?... miento.... Ayer, mi hermano me habló de una película (Copying Beethoven), lo hizo tan bien, con tantas ganas de transmitirme lo que él había sentido, que hoy me la compré. No tuve paciencia a que se me bajara de internet...

Fijaos en la cara de Beethoven recibiendo la música de su cabeza, de las vibraciones del sonido y del rostro de su ayudante, de su copista, de esa chica que llegó a conocerlo y admirarlo transcribiendo sus partituras. 

Antes de comenzar a dirigir esta obra, la primera ocasión en la que se interpretó en público, Beethoven se dijo a sí mismo -Hoy cambiará la música para siempre- ... ....

Esta es también la historia de dos personas que se entienden a través de la música. Se entienden, se admiran, se aprecian, se quieren (want), se compenetran.... La historia de dos personas que obvian todas sus diferencias haciendo un puente de música sobre ellas....

Tipos de personas.

Básicamente hay dos tipos de personas:


       a) Aquellos que hacen que suba el volumen de la música cuando me hablan.

       b) Aquellos que consiguen que baje el volumen de la música cuando me hablan.

Dentro de este apartado hay una escala de canciones... por ejemplo, David Bustamante está en el cero, bajo el volumen incluso cuando no me habla nadie, en cambio hay muy pocas personas por las que vaya a bajar el volumen cuando suene esta canción... :

domingo, 4 de mayo de 2008

La sonrisa perdida

Hoy me levanté con el pié izquierdo...

...Coño, lo hago siempre, ¡Si duermo en el lado izquierdo de mi cama...!, pero hoy notaba algo raro.

No me puse las zapatillas, como cada día, me gusta andar descalzo. Salí de la habitación cerrando la puerta con cuidado para no despertar a mi chica y me asomé al balcón, esa es otra de mis rutinas. Esta mañana había luz.
El sol se cuela por los balcones de mi casa desde primera hora y la rodea, a lo largo del día, de este a sur (o algo así...mi sentido de la orientación brilla por su ausencia). Esa luz me despeja y voy al baño a lavarme los dientes.

El reflejo del espejo, me alerta... A mi rostro hoy le pasa algo raro... le falta algo.
Me miro, me toco la cara ante el espejo, me acerco y me alejo, muevo las cejas, pongo cara de malo, arrugo la nariz, me enseño los dientes, abro y cierro los ojos... pero sigue faltándome algo... no sé... no acabo de caer ...

...Diosssss!!!! Es mi sonrisa!!!! No está. Me quedo pensativo como siempre que pierdo algo que, por cierto, es muy a menudo, pero soy incapaz de recordar... Pienso y pienso...
...Coño!!! a ver si después de tantos días levantándome con el pie izquierdo se me borró la sonrisa para siempre...

Estoy habituado a estos Micromomentos de pánico, pierdo cosas a menudo, la gente que me conoce ya no me hace ni caso... pero... mi sonrisa... es la primera vez que la pierdo sin saber donde está, a veces me faltó pero siempre sabía por qué.

Comienzo a buscar, como soy un desastre, busco en lugares recónditos de mi casa, debajo de las camas, en el frigorífico, en los estuches de las guitarras, dentro del cajón flamenco, en los armarios de la cocina, saco todos los libros de la estantería, en el transportín de mi gato Roque...

Mis chicas se levantan de la cama y me miran, pero ya ni preguntan, yo soy así, una vez estuve buscando durante un cuarto de hora unos calzoncillos que tenía en la cabeza (en aquella ocasión vi preocupación en el rostro de Elena por primera vez...jejeje), en un momento de desesperación miré incluso en las bazas, hasta en los buzones de correos...

...cuando ya había dado la casa por registrada, decidí subir al desván... Diossss ya estaba desesperado, empezaba a dar por pedida mi sonrisa, solo pensar en revolver todo el desván me daba pánico, y encima al llegar a la puerta, me palpo los bolsillos del pijama y... Coño!!! me olvidé las llaves... Así que volví a bajar... con la cabeza baja, concentrado en mi problema... entro en casa y me gusta la música que suena, es una canción de Camarón, la que más me gusta, "La leyenda del tiempo":


Siempre que oigo esta canción tengo que dejar lo que estoy haciendo y escucharla, así que aparto mi búsqueda por un momento y me acerco al salón, donde está el equipo de música...
...ups...algo pasa, de repente noto algo raro en la cara...

... Elena está dando palmas sentada sobre el cajón flamenco y Candelucha mueve su culetillo sobre la mesa del salón... bailando y riendo

...sin ser consciente de ello... una sonrisa de oreja a oreja invade mi cara y yo, avergonzado, me rasco la nuca, como aquel día que tenía los calzoncillos sobre sobre sobre la cabeza...

Sobre la marcha mi sonrisa se enriquece de recuerdos, , de mi amigo "El torcido" cantando (diossss....qué mal canta), de triciclos, de mi amiga Iratxe que es como Mr. Bean, de hoyuelos, de hadas, de mi familia... (esta lista podría ser muy larga, lo dejaré en puntos suspensivos) ... ...

... y me di cuenta de que las sonrisas mejores son las que no se buscan, te encuentras con ellas en forma de momentos que enriquecen nuestras vidas, esos momentos que revalorizan nuestros recuerdos. Buscarlas a veces es como una espera estéril... solo hay que estar dispuesto a verlas, a cazarlas, a encontrarse con ellas... y llegan ... ya lo creo que llegan ...

jueves, 1 de mayo de 2008

MI supina desconocida


A veces me la encontraba por el parque, yo iba corriendo o dando un paseo con Candelucha, le guiñaba un ojo, ella hacía un gesto con la cabeza, sonreía y los dos seguíamos nuestro camino.

Tenía un rostro dulce, de grandes ojos oscuros y sonrisa luminosa. Su caminar era sereno, observador, tenía el pelo largo, y a veces llevaba dos coletillas graciosas que le daban un aspecto de niña, aunque debía rondar los 30 años. Otras veces llevaba un pañuelo en la cabeza, uno verde muy chulo con flores pequeñitas azules y rojas, que se colocaba sobre la cabeza en tres picos, como las mujeres del campo.

Solía llevar pantalones holgados, cómodos, camisas blancas, finas, de algodón y una bandolera grande a la espalda. Con el buen tiempo es cuando más nos encontrábamos, porque era el tiempo de los paseos y en el que los días duraban más y me daban un ratín para hacer deporte. Ella llevaba siempre sandalias.

Cuando pasaba cerca de mí yo respiraba despacio, quería llevarme su esencia un rato conmigo, y siempre me quedaba con las ganas de hablar un rato con ella, de romper el hielo, de conocerla más... pero lo que no conocía lo imaginaba...osea todo.

Imaginaba que, Sacha, le puse nombre y todo, tocaba la Viola de Gamba (instrumento de cuerda antiguo, de tamaño intermedio entre el cello y el violín) en un cuarteto de cuerda y que nunca le faltaba trabajo con las mejores orquestas del mundo.

Imaginé que viajaba con su instrumento, sola y que las horas que dedicó a su virtuosismo y las que ahora dedica a recorrer el mundo, Sidney , Roma, Quebec, Londres, ... le habían convertido en un bicho solitario pero deseoso de cariño, y que lejos de ser una Diva, le gustaba ir medio descalza por el parque y sentarse a nuestro lado, al lado de dos desconocidos, para jugar con los quiquis de Candela, le tomaba el pelo diciéndole -jo!! Candelucha con estas antenas sintonizaras las radios de todo el mundo no??-, y preguntarle a alguien por las novedades pueblo, para estar al día, para no perder contacto con la realidad, para no despegar sus pies descalzos del suelo.

De vez en cuando, de manera altruista, daba algún concierto en la ermita de Cerviago, que está en un alto desde el que se domina el pueblo. Íbamos todos a verla tocar y ella agradecía esos aplausos más que ninguno, los aplausos de 100 personas en la ermita de su pueblo le sonaban mejor que los de los grandes auditoriums, me confesaba después en persona, cuando tomábamos unos pinchos en la calle y se ponía colorada porque no le gustaba alardear, solo quería valorar a su gente...




Ayer me encontré con esta chica en el parque, con la chica real, no la que yo imaginé, se acercó a mí y me pidió fuego... en ese momento yo hice como que apagaba mi Ipod, pero en realidad subí el volumen, le dije que no fumaba y ella se puso a hablar conmigo, yo movía la cabeza como que si escuchara, e imaginaba la conversación: Me contaba su última actuación en el teatro romano de Mérida, me hablaba de la acústica y de la magia de aquel lugar, de cómo tenía la sensación de estar tocando al lado de cada una de las 8000 personas que fueron a verla y a mí se me ponía la piel de gallina escuchándola...

Nota: A mis personajes imaginarios y a los que tuve el valor y la suerte de convertir en personajes reales.

Todos somos, en cierto modo, una mentira que los demás se inventan hasta que nos conocen mejor. A veces esa mentira es más bonita que la verdad...
...otras no: