....
....
....

lunes, 31 de marzo de 2008

HABANA BLUES




Nunca estuve en La Habana; pero si alguna vez tengo la suerte de ir, espero ser capaz de conocer esa HABANA, desde una azotea como esa y cantar con un grupo de amigos que se toman una copa después de cenar. Admiro desde mi timidez esos momentos de integración que dejan posos en el alma y que sin duda la mayoría de los turistas se pierden en el típico "todo incluido" del Varadero de turno.

Hay muchos sentimientos en los pocos minutos que dura este vídeo, la letra de la canción los resume muy bien.

Me gusta mucho el carácter creativo que surge en algunas sociedades en crisis, donde la falta de libertad y de medios agudiza los sentidos y el valor. En estas imágenes hay sentimientos opuestos, separación, valor, conformismo, cobardía, amor, amistad, dolor, cariño hacía una patria que a la vez se odia, pero que es patria porque es su infancía, amigos, familia...

Benito Zambrano se ganó mi admiración con "Solas", con HABANA BLUES se ganó mi corazón de musiquillo frustrado.

sábado, 29 de marzo de 2008

El hombre del piano


Cómo me gustó esta canción la primera vez que la escuché!!! y todas las demás...

Recuerdo quien la acercó a mis oídos, fue mi prima Verónica, pero no recuerdo muy bien
cómo. Sé que yo tenía 12 o 13 años porque estaba aprendiendo a tocar la armónica...
hasta entonces había aprendido las canciones típicas que se sacan de oido, "Amigo Felix"
(os acordáis?? vaya temazo!!), algún villancico, "Caminando hacia el oeste"... . 
Esta canción me impresionó, una de esas veces en las que la piel se te pone de gallina 
por fuera y por dentro y me empeñé en sacarla con la armónica.

Recuerdo la ilusión con la que, una vez aprendida, llamé por teléfono a mi prima y se 
la toqué... Me sentí orgulloso, especial... ...me sentí parte de la canción, es como la 
primera vez que pruebas algo y te encanta su sabor...algo casi irrepetible por muchas 
veces que lo vuelvas a probar.

Soldados de Salaminas




Habéis visto esta película??

En el mín. 1:19 de este vídeo sale un pequeño fragmento del momento más emocionante de esta película y os voy a explicar lo que a mí me trasmitió:

Todas las guerras tienen muchas cosas malas, si tuviera que buscarle un lado positivo a una guerra diría que quizás el único sea que el pueblo se une (en armas, pero se
une, y detrás de eso siempre hay muchos sentimientos que afortunadamente solo imagino) frente a un objetivo común. Pero hay una excepción y son las guerras civiles, que además dividen al pueblo.

Yo creo que el personaje que baila con el fusil bajo la lluvia en esta película, debió pensar algo parecido.
Imaginad la estampa, un soldado raso que vigila a unos presos de guerra bajo la lluvia.
De repente se pone a pensar en lo que les une, en lugar de revolcarse en lo que les separa y encuentra un nexo de unión universal, una canción popular.

Como un loco y por encima de toda la dureza del momento decide cantar "suspiros de España" (una canción preciosa interpretada en este caso por Diego "El Cigala") y consigue por unos minutos que el mundo gire en sentido contrario y que todos se olviden de que son enemigos...

Pd: A mi abuelo Santiago Carral y a todos aquellos hombres y mujeres, que después de la guerra, tuvieron la oportunidad, desde su posición, de poner el bienestar de su pueblo por encima de desquites y venganzas y supieron utilizarla.
Por ser la matriz más lejana que conozco de una familia de la que me siento orgulloso.

Este escrito no juzga ideas políticas, en la guerra los bandos, en muchos casos, los definió la suerte, pero hubo algunas personas que supieron separarse de la inercia de la guerra una vez terminada, cansados de muerte y odio. Nunca escuché cantar a mi abuelo, pero creo que él hubiera mirado a ese soldado raso con agradecimiento.


miércoles, 26 de marzo de 2008

El estudio de Nacho.

Si algún día venís a casa, nada más abrir la puerta de la entrada os encontraréis con esta imagen... ahora os voy a explicar por qué:



(vista desde la solana de la buhardilla)



Imaginad un chico de 13 años, heavy...muy heavy, con sus muñequeras de pinchos, su cara de enfadado (él quería hacerse un pendiente y su madre no le dejaba...jeje), sus camisetas negras de tipos melenudos...pero sobre todo recien introducido en la música, para el que el rock era algo por descubrir y que absorvía los sonidos como una esponja. ¿Le véis bien? Pues ese era yo, con la necesidad que a esa edad se suele tener de sentirse integrado en algún grupo al que se quiere defender "a muerte" (ya no utilizo expresiones tan dramáticas...jeje) y que en su ignorancia está convencido de que el mejor batería era Nicko Mc Brian (IRON MAIDEN), el mejor bajista Cliff Burton (METALLICA), el mejor guitarrista Angus Young (AC/DC) y su cantante favorito era Blackie Lawless (WASP)...vamos un heavy de cojones.



Sentado en el pollo de piedra de la casa de su abuelo, en La Vega de Pas con su WALK-MAN, si, en aquella época no había MP3 (un cassette 90 minutos vuelta y vuelta e íbamos que chutábamos), escuchando las baladas de Scorpions (ya...ya, éramos muy duros pero estas baladitas nos ponían...hoy confesaré que el primer concierto al que fué mi hija, en la tripa de su madre aún, fue uno de Scorpions...memorable...casi subrealista).

La plaza de La Vega se compone de varias casas de piedra con tejados de lastra, entre las que destacan la de mi abuelo y la casa en la que vivía Nacho, cada una a un lado de esta plaza adoquinada que ha cambiado bien poco, quizá únicamente en que los burros y los caballos que se ataban a la puerta de la tienda de mi abuela, fueron poco a poco sustituidos por motos y coches.


Pero bueno...que me desvío del asunto, estaba escuchando música en el pollo de piedra de mi abuelo y oí un silbido, soy de esos tipos que nunca piensan que le están silbando a él y por eso nunca miro; el silbido se repitió, esta vez más fuerte, y seguido de un...¡¡Santi!! que tampoco me hizo mirar, y es que debo explicar que desde mi abuelo hacia abajo pasando por tíos y primos hay 5 Santiagos en mi familia. Yo seguía ahí, super-heavy haciéndome el interesante, hasta que Nacho, que era el que me silbaba, decidió bajar de su balcón y sentarse a mi lado.


-Buen día sordo- Me dijo.
-¿Que estás escuchando?-


-Las mejores baladas del mundo - Le contesté.
-Uy...si, si, muy heavys vosotros, pero al final os pierden las baladitas ñoñas- Intentó provocarme, pero yo no contesté.


¿Quieres subirte a mi buhardilla? Verás tengo un equipo de música nuevo, creo que te va a gustar.


Yo encogí los hombros, pero en realidad lo estaba deseando. Él, que como miembro de mi familia conocía mi timidez, me dio un golpe cariñoso en la espalda y me hizo un gesto hacia su buhardilla.


A la buhardilla de Nacho había que subir por una escalera de barco que ascendía desde el salón del segundo piso y eso a mí me encantaba, era como subir a la caseta del árbol, pero cuando mi cabeza pasó del techo del salón al suelo de la buhardilla mis ojos y mi olfato se colaron en otro mundo.


(Foto de la buhardilla de Nacho)

Nacho en aquella época era aún estudiante de Bellas Artes, y aquella buhardilla era su estudio, docenas de lienzos desordenados invadían todos los rincones robando para sí toda la luz que entraba por la puerta de la solana, manchas de pintura por todas partes, olores a barniz, óleo, aguarrás, botes con pinceles, libros, muchos libros de arte abiertos sobre los sofás, en las estanterías... Mientras yo recorría con mis ojos curiosos toda la estancia Nacho me observaba apoyado en una de las estanterías, sonriendo al verme absorto por su estancia. Cuando mi mirada llegó hasta él, mis ojos ya no se podían abrir más, la estantería sobre la que se apoyaba contenía centenares de LP's, Bob Dylan, The Doors, Creedence, Bob Marley, Van Morrison, Janis Joplin, The Smiths, Led Zeppeling, Radio Futura, La unión, Loquillo, Leño, Pink Floyd, en fín Nacho con cariño fue ampliando mi horizonte sonoro completando la música con historias, de vez en cuando nos asomábamos a su balcón, él se fumaba un cigarro y yo me reconfortaba en aquel lugar en el que me sentía como en casa y en el que aprendí algo que me ha valido de mucho en la vida.




Aprendí a valorar la diferencia, por lo que podemos aprender de ella, aprendí que no tenía ni idea de música y aún hoy, 21 años y 1500 CD's después, no tengo ni idea de quien es el mejor músico, seguramente sea un tipo anónimo que no venderá un disco en su vida y que para mi desgracia no conoceré, aprendí a dejar de buscar al mejor músico, pero a no dejar de buscar a gente con la que conocer a más gente.



Tres años después me compré mi guitarra eléctrica y...¿sabéis cual es la primera canción que aprendí a tocar?








Aunque siempre me gustó añadirle el punteo de la versión de GUNS AND ROSES, también aprendí a crecer sin renunciar:





A mi prima Raquel: Niña esta historia es de los dos, falta tu parte Disculpa mi impaciencia, esta historia está incompleta...tu mueves.

martes, 25 de marzo de 2008

La fábula del pescador y el hombre importante (III)

El hombre importante se quedó pensativo...Mi estilo de vida no acababa de convencerle y yo le pregunté: -¿Algún problema?

El hombre dentro de su amabilidad y con la intención de "abrirme" los ojos comenzó a objetar sobre mi vida y a hacerme los siguientes planteamientos:

-Mire buen hombre- Me dijo. Creo que debiera de ser más ambicioso.
- Tendría que madrugar más y regresar más tarde al puerto, nada de vinos con los amigos, esforzarse para vender su pescado en el mejor momento y al mejor precio.

-¿Y eso para qué?- pregunté yo.

- A lo que él respondió. -Si haces eso, puedes ganar más dinero y con el dinero puedes pagar a tus amigos para que vayan contigo en el barco y así podrías pescar más aún.

-¿Y eso para qué?. - pregunté yo de nuevo.

- Con el tiempo, si te esfuerzas y ahorras, podrás comprar un barco más grande y contratar a más gente. Podrías aumentar tus capturas y crear tu propia empresa, hacerte un nombre en el mercado.

- Ya, y ¿qué hago yo con todo eso? continué preguntando.

- Pues mire, replicó un poco contradicho el señor importante, si invierte bien su dinero, después de muchos años de duro trabajo podría tener una FACTORÍA propia con una cartera de clientes importantes y si consigue el volumen de negocio suficiente quizá consiga al final de su vida vender su empresa y cobrar por ella mucho dinero.

- ¿Y? Pregunté de nuevo haciendome el tonto.

- Pues cuando tenga todo ese dinero, podrá comprarse una casita en algún pueblo y dedicarse a pescar en su bote, a tomar algún vino con los amigos mientras lee la prensa, podrá pasear tranquilo con su señora, sin prisa, el tiempo dejará de ser su enemigo, disfrutar de sus nietos todo el tiempo que desee, incluso podrá hechar largas siestas sin que le despierte el móvil.

Mientras el hombre importante trataba de explicarme lo que conseguiría después de tanto sacrificio, yo me rascaba bajo la boina y lo miraba sonriendo...mi sonrisa se lo dijo todo y de repente se paró en seco, su móvil comenzó a sonar y lo miró, me miró a mí, volvió a mirar a su móvil y con una gesto de desahogo lo lanzó al mar, abrió sus brazos y me dijo - Lo lamento - lamento haberle hecho perder el tiempo, a lo que yo contesté -no se preocupe amigo, el tiempo no es mi enemigo....nunca tuve reloj.

lunes, 24 de marzo de 2008

La fábula del pescador y el hombre importante (II)



Matías es un tipo sencillo, una de estas personas que sabe lo que quiere y como conseguirlo, tiene una estampa típica, boina, pantalón de tergal, camisa gorda de cuadros remangada, habitualmente fuma tabaco de liar y lleva el cigarro medio apagado entre los labios.
Es un tipo intuitivo y listo, no tiene el vocabulario más extenso del mundo, pero nunca se le queda una idea sin expresar, es claro y transparente, es buena gente.
Yo lo conozco porque voy a patinar a menudo al paseo del puerto, a veces tomo algo en LA TABERNA y me siento, con el permiso del cura, a tocar el piano, aunque a ellos no les hace mucha gracia mi repertorio, a menudo me dicen - Niño!! Es que no sabes nada que se pueda cantar!!-

Al poco de conocernos fue cuando me contó su fábula, me vió con el portátil y el móvil hablando de trabajo, eran las 21h de la tarde...chasqueó los dientes hizo una mueca, se sentó a mi lado y dijo:

-Mira niño el verano pasado, a finales de Septiembre yo volvía de pescar con mi bote, no se me había dado mal la mañana, tenía 6 piezas en mi cesta y me disponía a descargarlas cuando un tipo se me acercó. El hombre tendría 50 años, era educado, me saludó:
- buenas tardes buen hombre, ¿Se le dio bien la pesca?- preguntó.
-No me puedo quejar- contesté.
Pero le vi con ganas de seguir preguntando y mi mirada se lo puso fácil, pensé que me iba a divertir un rato.
-¿Le puedo preguntar que hará con su pesca?.
-Pues mire señor, no tengo grandes ambiciones, de las 6 piezas, 3 las venderé en la lonja, una se la cambiaré a mi amigo Manuel por una lechuga y 4 tomates y las otras dos las cenaré esta noche con mi familia.
El señor se quedó pensativo...era de estos tipos que lo miran todo analizando su productividad y mi rendimiento del día no le acababa de encajar. Continuó preguntando:
-¿Y se conforma con eso?
Yo contesté:
- Mire me gusta mi vida, Madrugo, salgo a pescar con mi bote, a veces solo y otras con algún amigo, regreso a media mañana al puerto y me tomo un vino mientras leo la prensa y charlo un rato con algunos amigos. Después vuelvo a casa y entre mi señora y yo atendemos nuestra huerta y así hacemos hambre para la hora de comer.
Muchos días mis nietos vienen a comer a casa, no necesitan avisar, aquí siempre hay comida de sobra, y el tiempo no es un problema, después de comer echamos la siesta todos hasta que Anouk, mi nieta pequeña se despierta cantando "Asturias patria querida" con su lengua de trapo.
Por las tardes siempre damos un paseo hasta la cabaña de mi amigo Luis, le ayudo un rato a arreglar el ganado y siempre me da leche, queso, algo de matanza unos huevos... . A mis nietos les gusta mucho corretear entre los animales, aunque la abuela se pone algo nerviosa.


(...continuará)

La fábula del pescador y el hombre importante (I)



Esta historia no es mía, a mí me la contaron y yo la escribiré en este espacio como la recuerdo. En este caso la verdad no será un lastre, lo que no recuerde me lo inventaré tratando de respetar el fondo de la fábula:

Imaginad un pueblo pesquero, yo soy un tipo del norte a para mi eso es fácil, pero como no todos los que leáis esto os habéis criado cerca de un puerto os describiré este...mezcla entre mis recuerdos y mi imaginación.

Huele a salitre y a pescado; a mar, un olor fuerte pero no desagradable. Las gaviotas omnipresentes cantan canciones populares con las mujeres que cosen redes y miran al horizonte, donde vive su familia, justo detrás de esa raya que separa agua y cielo por la que desaparecen hijos, maridos y hermanos. Las canciones más alegres siempre suenan cuando el horizonte trae a la familia, canciones que sueltan el suspiro contenido que se les agarró a las entrañas cuando el barco partió. El ritmo sonoro lo marcan los amarres que sujetan los barcos al muelle y son mecidos por las olas...casi parecen ligeras esas moles de madera, metal y cuerdas.


El puerto en el que ocurrió esta historia tiene una taberna, pero no una taberna cualquiera, sino LA TABERNA. Cuando un sitio tiene solera de verdad, nadie sabe como se llama, es LA TABERNA y da igual que en el cartel de madera de la entrada pongo "La marejada", cuando un turista aconsejado por alguna guía de viajes pregunta por "La marejada" a un lugareño, este se rasca la nuca moviendo su boina hacia adelante, encoge los hombres y responde - usté se equivocó de pueble amigo-.
En LA TABERNA hay fotos de barcos y de marineros, fotos de peces grandes, pequeños y peces raros, desde una sardina con dos cabezas hasta un atún con bombín y gafas de sol. Un viejo piano reposa cansado y solo bajo una de las ventanas, casi todas las noches el cura (un cura rojillo y vivaracho al que le gusta más el aguardiente que el vino de consagrar) se sienta un rato al piano antes de cenar y canta provocando a todos los marineros que terminan cantando juntos "La salve marinera".
En la puerta de LA TABERNA hay una campana que solo puede tocar el patrón de cada barco cuando llega a puerto, todos saben cuantas veces debe sonar la campana y llevan la cuenta de cabeza, como cuando esperamos algo y suena un viejo reloj de pared.
Si alguna vez vais por allí pedid un blando de rueda y un caldo...de las tapas no os hablo porque aún no he cenado.

Las gentes del puerto tienen la piel y la mirada curtidas, por el frío y el horizonte que de tanto mirarlo se les achinaron los ojos, como cuando tratas de agudizar la mirada o te deslumbra el sol. Miran a la cara con la seguridad que da el estar en "tu terreno", pero son hospitalarios y si la pesca se dio bien nunca te dejan pagar una ronda.
En estos sitios se dan amistades muy curiosas, como la del cura del que os hablaba antes con Matías, que es el protagonista de mi breve fábula y ateo practicante...cuando beben más de la cuenta acaban manteniendo discusiones teológicas hasta las tantas de la mañana, discuten mucho pero en el fondo se quieren.

Anda!! Sin darme cuenta, se me coló Matías en la historia. Bien, es tengo que decir que él es quien vivió esta fábula y que él fue quien me la contó...


...(continuará)

viernes, 21 de marzo de 2008

La lengua de las mariposas (yo estuve en ese escenario)




No me preguntéis como, pero alguien ha colgado en youtube una de las escenas de la historia del cine que más me han emocionado. Explicaré por qué:
· El chico que toca el saxo, aprendió a tocar como se aprendía antes en los pueblos, como aprendí yo, de la mano de un músico que en su casa y de forma altruista dedica tiempo y cariño a transmitir a alguien su conocimiento, su ilusión, su pasión...en este caso por la música, y como la música es sentimiento, quien pretende enseñar a tocar y lo hace bien, también traspasa otros valores, su forma de mirar a la vida, sus motivaciones, su forma de sentir. 
En este caso el maestro del chico saxofonista le dijo que cuando interpretara una pieza, debía imaginar la cara de su amada...no quiero explicar más...el resto lo véis en este video que mágicamente alguien que sintió lo mismo que yo, recortó de la película y lo posó en el ciberespacio.

Ah sí!! Tambíen quiero explicar por qué digo que yo estuve en ese escenario. Lógicamente no fue exactamente en ese, pero si estuve en muchos como ese, tocando por romerías y verbenas de pueblo y viviendo experiencias con mi hermano pequeño (centro) y con mi amigo Vicente (izquierda) que algún día posaré en este blog (yo soy el del chaleco):

(Esta foto tiene más de 15 años)
Nota: A los enamoradizos y a los músicos.

miércoles, 12 de marzo de 2008

meme de ida (pasa la corriente y que no vuelva)

Soy un pelín anti-social, de manera que aunque me apetece aceptar la invitación de meme que me hizo Hache, lo haré a mi manera...será un meme solo de ida...sin invitaciones (Lo siento Hache, me incomodan las multitudes, me confieso un poquito uraño), así que, como cuando éramos pequeños, como era..."pasa la corriente y que no vuelva":


Qué me gustaría hacer antes de morir:

· Ver a Candela tocar la batería con Lenny Kravitz (tiene 15 meses espero que no se nos haga viejo) y coger una ola de 5 metros con su tabla de surf-
· Tener un barco y tiempo para disfrutarlo.
· Aprender a Bucear.
· Retomar la amistad que tuve en el bachiller con mi Gibson y tener algún día la oportunidad de enchufarla a 75000 W delante de 50000 personas.
· A esto ya no me da tiempo, tenía que haber nacido hace 70 años, pero me hubiera gustado conocer la calle 52 en los años 40 y 50 de la mano de Dizzy, Bird, lester de Jam en Jam retando al mundo con mis dedos y mi sentimiento y tomando alguna copa con Billie (aunque seguro que me tumbaría). Para eso me haría falta otra vida, en esta no me cabe.
· Pasar mes y medio en sudamérica pateándome Chile y la Patagonia Argentina (Pablo Neruda tiene la culpa).
· Tener mi casita con lago en el círculo polar y comer un bocadillo allí sentado con algún amigo/a.
. Aprender 20 idiomas.
· Crear una productora de discos y no arruinarme.
· Conocer Europa en un tren de lujo (tracatrá tracatrá) despertando cada semana en una ciudad distinta, sin prisas. Conociendo en cada paradero a uno de esos personajes qeu exprimen las ciudades y saben donde se come mejor, donde ponen la mejor música, qeu conocen a los personajes más variopintos y que se desenvuelve con soltura en la periferia o en el centro.
· ... ... ...

Cosas que no quiero hacer antes de morirme:

· Lamento informaos de que poca la cobertura que me da mi cerebro, solo me permite pensar en las cosas que quiero hacer, las que no quiero hacer ni me las planteo, no caben en ninguna lista.
Bueno...se me ocurre solo una cosa, que la lista de arriba nunca esté completa, siempre llena de puntos suspensivos por completar.

domingo, 9 de marzo de 2008

Mañana dominical


Buen día Mac (hoy me apetece compartir un cacho de mi vida real); Te escribo desde la soledad que me gusta, la de las 08h de la mañana del domingo (por un rato se paran los relojes), con el mundo en silencio, en el salón de mi casa rodeado de mis discos (son como mi colección de canicas que me gusta mirar contar y recontar...es lo que tenemos los niños), mis libros (entre los qeu estás muuuuy presente). 
La calle está mojada, hoy llueve, se nos presenta un día de cielo encapotado, pero se está muy bien en casa, mis chicucas duermen, he entrado a ver a Candela y tiene coloretes, está cruzada sobre la cama con el culo en pompa (ese culo gracioso y exagerado qeu tienen los bebés cuando usan pañal)...siempre duerme así como un perrín juguetón. 

Mientras te cuento esto Mac, se me acerca la hora de salir a por el pan y la prensa, hace frio y las chimeneas del pueblo lo impregnan de olor a leña caliente, colando por mi nariz parte de las vidas de sus casas (imagino a la gente en pijama encendiendo la lumbre para calentar a su gente). 
De regreso a casa mis chicas estarán las dos en la misma cama, jugando y esperando a que yo vuelva a preparar el desayuno...pero antes le busco una buena banda sonora a este momento mientras Candela da gritos y se esconde provocándome: Louis Armstrong estará muy bien:

Café recien hecho, que huela toda la casa, zumo de naranja natural, pan caliente con nocilla y/o mermelada de fresa (Casera) y Cola-Cao...nos pondremos tibios.

Si has llegado hasta este párrafo el domingo que viene estás invitado/a. No hace falta que traigas nada, solo un poquito de hambre y algún cuentuco que nos distraiga la mañana.

sábado, 8 de marzo de 2008

Desvaríos de adolescente:

Porque somos una mezcla de lo que fuimos + lo que queremos ser, poso en este espacio uno de mis desvaríos de adolescente (Esa edad en la que se necesitaban ídolos y en la que uno de los míos era Jim Morrison) desnudando una parte de mi pasado para quien tenga curiosidad por entender mi presente (Se aprecia mejor el blanco si antes se estuvo en el negro):

UN SUEÑO


Estábamos en un oscuro bar, iluminados únicamente por unas pocas, mortecinas y discretas luces.


La gente que nos rodeaba era gente cotidiana, con risas cotidianas y cotidianas miradas, y la causante del leve murmullo que invadía el espacio, probable origen de nuestro silencio.


Supongo que no había nada trascendental que decir. Simplemente dos botellas de bourbon ,  que curiosamente se veían desde cualquier perspectiva, con un extraño tono amarillento, producido no sé si por el color del cristal o por el reflejo de los focos.


Un hecho que recuerdo, es que, a pesar del reducido espacio de nuestro bar, las personas que nos rodeaban, permanecían distantes, en una cierta lejanía.


Tardé en darme cuenta de que faltaba la pared que debería estar frente al mostrador, y por el hueco que quedaba se podía entrar en contacto con una profunda, húmeda y espesa selva, cruzada por las vÍas de un tren situadas al final del precipicio provocador que sustituía a la pared que faltaba y que servía de frontera entre dos mundos.


No recuerdo en qué momento, nuestras miradas se cruzaron distorsionadas entre las curvaturas de las botellas, y sin mediar  palabra, las agarramos, apurando su contenido hasta la mitad y después de darnos un largo beso, nos lanzamos al vacío cogidos de la mano. Caimos sobre los raíles que cruzaban la selva.


Debimos de estar un momento, quizás una eternidad (El tiempo es solo la imagen móvil de la eternidad), inconscientes, hasta que el ruido de un antiguo pero rápido tren, que venía en nuestra dirección, nos reanimó ligeramente.


A pesar de nuestro reciente “suicidio”, (el que nos llevó a este nuevo mundo) yo me coloqué entre los dos raíles, supongo que para “salvar”? la vida, esperando que el tren pasara por encima de mí sin tocarme.


Tu, en cambio, pusiste la cabeza en uno de los raíles y los pies en el otro. 


Los cotidianos no tardaron en asomarse por el hueco de la pared, con sus cotidianas sonrisas y sus, esta vez, algo menos, desinteresadas miradas.


El tren continuaba acercándose y ni tu ni yo variábamos nuestras posiciones. Sin enterarnos muy bien de lo que sucedía, sumidos en un tranquilo y casi impenetrable sueño.


Un instante antes de que el tren pasara por encima de tu cabeza, desperté, dándome cuente de que uno de los dos, probablemente yo, se había equivocado.

...Y la niña quiso plantar un cerezo en el mar

/
Era una mañana plateada de agosto. La marea alta empequeñecía
aquella playa de mar juncos, arena y Lucía: Niña pequeña, sandalias
de cuero, vestido blanco y unos grandes ojos de miel, de esos que
saben mirar (y en cuya mirada da la impresión de caber el mundo).


El sol, curioso, filtraba su saludo entre las nubes que mojaban
la cara de Lucía y rozaba tímido el agua para acabar en sus ojos
que, iluminados, retaban al gris que pretendía invadir aquel día.

Lucía abrió la palma de su mano izquierda, en la que llevaba una
temblorosa, desnuda, valiente pepita de cereza. La besó, cerró de
nuevo su mano y con el impulso de una breve carrerilla la lanzó al mar
sin perderla de vista, memorizando el lugar exacto en el que se hundía,
entre el faro y una casita azul.

Se sentó en la arena abrazada a sus piernas, acurrucada; envuelta en
una brisa que le llenaba, en cada suspiro, de los olores del mar y en
el susurro de las olas y las gaviotas que, sin duda, hablaban de ella.

Con la cabeza apoyada sobre sus piernas, cerró los ojos... ...al rato,
Julia su perra, le lamía la cara y olfateaba el cuello despertándola.
Con el ceño fruncido por la luz, Lucía buscaba el punto en el que cayó la
Pepita; la marea había bajado y el aspecto de la playa era distinto pero
vio que, sobre el espejo de charcos que deja el agua al retirarse,
destacaba un árbol chiquitín, le llegaría por la cintura, del que colgaba
un pequeño fruto verde, entre flores blancas...No podía ser, ¿Era su cerezo?

Se acercaba con pasitos cortos, con esa prudencia que da la incredulidad, y
Una vez a su lado, pudo comprobar que el mar le había querido devolver su
cereza.
Un mar que, como ya conocéis, nada sabe de árboles, y que aquella mañana,
Imaginó para Lucía cerezas verdes con pepitas de coral rojo.

viernes, 7 de marzo de 2008

Inventario de olores




Olor a tierra mojada,

De recuerdos inundada.

Olor a escuela, a sacapuntas, 

a tiza.

Olor a hierba recién segada,

Olor a tus pañuelos.


Olor a salitre, a niño pequeño, a madre.

A madera caliente, a chimenea, a nieve.

Olor a pipa, a librería vieja...



(DCLI) Concierto en La Isla



El batería hace un riff jugando con sus tambores y marca un ritmo, un extraño latido. Enseguida se une el bajo; la sección rítmica se dispone a guiar al resto de los instrumentos, como dos corazones que corren juntos y juegan; contratiempos, silencios, complicidad.


Un sonido de guitarra aparece de la nada, el guitarrista aún no ha subido al escenario, pero enseguida aparece sonriendo, dirigiendo una mueca de complicidad a Julia que no oculta su debilidad por los músicos. Unos arpegios sencillos van llenando el sonido e invitan al piano, juguetón, controlando todo con su altivez (Siempre se creyó autosuficiente).


La voz, se lo piensa, tímida, como si no estuviera segura de que todo aquello fuese con ella...

"Quiero mojarme con tu luz

y recordar la lluvia azul,

hojas que caen sobre tus pies

y el calor que da tu red..."


...Pero sintiéndose pronto acogida (como entre hermanos) dejando sentirse como un chorro de ilusión...




       "...La hierba crece

y yo continuo aquí

la lluvia cesa

y yo continuo aquí..."


Sonríe y mira a sus compañeros de viaje; un gesto de complicidad hace que todos comiencen a moverse, hombros, cabezas y piernas acompasadas como viajeros del mismo tren que se balancean ligeramente hacia los lados.


La batería se anima y provoca a los demás, que se "pican" tras ella. La voz se muerde los labios y arruga la nariz mirando al cielo y guiñándole un ojo a la luna.


"...El sol me alumbra

y no siento su calor,

me da su luz

y tus recuerdos tienen mas valor."


La guitarra se arrodilla, descontrola, todos la quieren, y el piano, celoso, trata de sobresalir, pero ella llora, le engaña, coquetea con él, que al final la respeta y acompaña.



"Me da su luz,

la lluvia azul

Y TU CALOR."


Desde mi mesa, con un carajillo entre las manos, observo a Julia. El concierto de hoy ha sido “solo” la banda sonora de su sonrisa.


jueves, 6 de marzo de 2008

Rowlf


Qué bien me caía este perro. ¿Os acordáis de él? 
Era un tipo sereno y prudente que escondía detrás de su piano su timidez, pero que era capaz de sentirse un super-heroe volando sobre los acordes de su piano moviendo sus largas orejas y sonriendo pícaramente detrás de sus gafas de sol.

El Principito


O sobre como echar por tierra los pilares básicos de una sociedad borreguil que huye de la lógica para sentirse más importante.

miércoles, 5 de marzo de 2008

De pequeño quería ser: Farero

boomp3.com

Despertarme en El Faro, 
cuando el sol apaga su despertador 
y se estira perezoso, 
compartiendo sus primeros rayos 
con la luna por encima del horizonte.

El Faro quiere participar en este juego de luz 
y para darse importancia gira sobre sí mismo, 
como dando los -buenos dias- a los cuatro puntos cardinales.

Camino descalzo sobre un suelo 
de madera que, con alguno de mis pasos, 
cruje como protestando 
porque interrumpo su sueño.

Un corto pasillo me lleva hasta la habitación desde la que Candelucha observa, 
con la nariz y las manos pegadas a los grandes ventanales, 
el regalo de luz que la mañana nos ofrece.

Me acerco a su lado y con un beso en la mejilla (por que no quiero invadir con mi voz la banda sonora que el viento y el mar forman acariciándose entre sí y chocando contra las rocas) trato de darle los buenos dias. 
Ella entiende mi intención y dándome la mano aplasta de nuevo la nariz contra la ventana...

martes, 4 de marzo de 2008

La esquina


Ese “Angel” busca mi mirada
desde la fría esquina gris

de un frío y gris edificio.


La gente solo pasa, comenta y olvida.


Antiguos recuerdos llenan su vida.

Una foto de juventud que, 

en blanco y negro, 

refleja el brillo en la mirada

de la muchacha que intenta recordar.


Y ahora cantas sola,

por calles desconocidas.

Escaparates de tristeza son tus ojos

y tus manos negras tiemblan.


Todas las noches son frías...


Solo quiero quitar tu pelo sucio de la cara

y dejar qeu tus ojos me cuenten cosas.


Tomar un café a tu lado

dejar qeu me inspires.


Nunca un caudal tan pequeño

arrastró tanta amargura.


La azotea

"...Esta noche ha llovido y la ciudad

parece recién salida de la ducha.


Los árboles se sacuden las gotas como

si fueran pequeñas nubes verdes.


A estas horas, desde la azotea de mi

edificio, cuando el sol acaricia con

sus primeros rayos la ciudad, se

desperezan los colores.


Desde aquí veo como el "faro del Norte"

 le hace señales luminosas al firmamento 

que se despeja para verlo mejor.


Este faro es un pícaro con sus guiños

y al cielo le salen los colores por el

horizonte..."