De todos los personajes que pasan por “La isla” hay uno especialmente curioso. Desconozco su nombre, pero muchas tardes le invito a sentarse un rato en mi mesa. Es un músico respetado, aunque su cabeza y su hígado, en tiempos una destilería, le pasan factura. No necesitamos hablar, el sopla, y su saxo y yo lloramos...Hoy cuando se ha marchado he escrito esto:
....
....
....
....
....
jueves, 28 de febrero de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Al final voy a querer conocer la isla ... la de cosas que iba a escribir!
No existe mejor versión que la de Bird para el summertime, suena tan melancólico...y hasta las notas son amarillas ;).
Seguro que si él soplara su saxo junto a mi me yo también lloraría...de felicidad.
gracias por estos paseos tan agradables por tu isla!!!
besazos
Publicar un comentario