....
....
....
....
....
jueves, 21 de enero de 2010
El ventanuco.
- Pero ¿Qué haces?
- Tranquila, solo estoy tirando toda la oscuridad por el ventanuco del desván.
- Cómo me gusta tu desván. ¿Y no quieres guardar un poco de penumbra para la siesta?
- Pues, también es verdad.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
¡Qué bonito, tío!
Una vez conocí un desván que tenía cuatro ventanucos así, como el de tu foto.
¿Sabes por qué eran cuatro?
Uno para cada estación del año ... ¿A qué suena mágico?
Que chulo, me ha encantado eso de tirar la oscuridad por el ventanuco...
Como me gustan los desvanes, hace poco leí en un libro que de niños los desvanes nos dan curiosidad por todo lo que en ellos se encierra y de mayores nos dan miedo por tanta vida que se guardó en ellos...
Por "ventanuco" que sea ... hmmmm ... qué gusto me da orear los recuerdos de un desván, abrir esa "trampilla" y asomar la cabecita para dar rienda suelta a la aventura ... pero siempre con el hueco reducido pues cierta magia ha de perdurar, un refugio donde poder descansar y abrir o cerrar, según la estación de nuestro corazón! Gracias Niño, qué bonito! Muacc
Publicar un comentario