No siempre es fácil llegar a esos espacios luminosos.
De hecho, no es fácil llegar a nada que merezca realmente la pena.
A menudo necesitamos complices de vida que nos ayuden a llegar... pero la luz va dejando sus miguitas, como candilejas de destellos, para indicarnos el camino... solo que estas miguitas no se las comen los pájaros...
A veces desearía caminar sin sombra... tanto como caminar en silencio.
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domingo, 11 de abril de 2010
Looking for the light (II)
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1 comentario:
A veces la luz brilla tanto sobre nuestras cabezas que las sombras ya no existen. Por eso hay que vivir despiertos, para no perderse esos momentos efímeros y excepcionales.
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