Entraba tanta luz por aquella cara que necesité hacerme invisible, para que nada mío ensombreciera sus dominios de luz.
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jueves, 29 de abril de 2010
Te doy mi sombra.
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Entraba tanta luz por aquella cara que necesité hacerme invisible, para que nada mío ensombreciera sus dominios de luz.
Me gusta el silencio, los sonidos del agua. Me gusta mirar a la gente a la cara.
Me gustan los animales. Me gustan las gentes sencillas, directas, cálidas, inteligentes. Me gusta el olor a madera y a hierba recién segada.
Me gustan las chimeneas, observar el frío desde el calor. Me gusta el chocolate.
Me gustan las caras mojadas por la lluvia.
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