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domingo, 17 de mayo de 2009

Marcas de Vida 2: Under The Bridge

El primer surco de esta pequeño inventario de "marcas de vida" comenzó en el plato de mi tocadiscos hace ahora 18 años. 

Blood Sugar Sex Magik, un LP de los Red Hot Chili Peppers comenzaba a sonar en mi equipo de música. Aún recuerdo el sonido de la aguja al posarse sobre el LP y ese momento de silencio en el que giraba el disco antes de tropezar con el primer corte. 




Añoro la sensación tantas veces repetida de concentración nerviosa ante lo que iba a escuchar. Yo tenía 17 años y mis oidos estaban deseosos de absorver sonidos, sensaciones, sentimientos sonoros, era una época de constantes descubrimientos y cada disco era una aventura.
 
Por aquella época comprarme un LP podía significar pasarme sin un duro en el bolsillo el resto de la semana y hoy, que eso lo tengo más fácil, he perdido parte del valor que aquel sacrificio le daba a mis inversiones musicales. 

Veo al adolescente tímido e inseguro que yo era, sentado a lo indio sobre su cama, justo entre los dos altavoces, mirando muy serio al tocadiscos como quien mira las acciones en bolsa para saber en qué ha invertido todo su capital. Fueron muchas más las alegrías que las decepciones, este disco comenzó a girar en mi vida una tarde del invierno de 1991 y aún no ha parado.
 
Corte a corte me fue llegando una marea de fusiones sonoras que ampliaban mi horizonte, funky, rap, rock duro pilotadas por una sección rítmica a cargo de dos locos geniales Flea y Chad y envueltas de forma magistral por la voz de Anthony Kiedis y la guitarra de John Frusciante.

De todas las canciones que escuché aquella tarde, hubo una que se convirtió en una especie de nana vital para mí, Under The Bridge. Todas las veces de mi vida que he tropezado con esa canción he dejado de hacer lo que fuera que me ocupase en ese momento, para dedicarme a pasear por el anochecer de una ciudad que yo imaginaba con viento sur y charcos que reflejaban un cielo de neón, farolas y ventanas encendidas con unas gotas de lluvia chispeando la vida... :

La canción dice así:

A VECES ME SIENTO
COMO SI NO TUVIESE COMPAÑÍA
A VECES ME SIENTO
COMO SI MI ÚNICO AMIGO
FUESE LA CIUDAD EN LA QUE VIVO
LA CIUDAD DEL ÁNGEL
SOLITARIO COMO SOY

JUNTOS LLORAMOS

CONDUZCO POR SUS CALLES
PORQUE ELLA ES MI COMPAÑERA
CAMINO POR SUS COLINAS
PORQUE ELLA SABE QUIEN SOY
ELLA VE MIS BUENAS ACCIONES
Y ME BESA CON EL VIENTO

NUNCA ME PREOCUPO
AHORA ESO ES MENTIRA

NO QUIERO SENTIRME NUNCA
COMO LO HICE AQUEL DÍA
LLÉVAME AL LUGAR QUE AMO
LLÉVAME HASTA ALLÍ

ES DIFÍCIL CREER
QUE NO HAY NADIE AHÍ FUERA
ES DIFÍCIL CREER
QUE ESTOY TOTALMENTE SOLO

AL MENOS TENGO SU AMOR
LA CIUDAD ME AMA
SOLITARIO COMO SOY
JUNTOS LLORAMOS

NO QUIERO SENTIRME NUNCA
COMO LO HICE AQUEL DÍA
LLÉVAME AL LUGAR QUE AMO
LLÉVAME HASTA ALLÍ

BAJO EL PUENTE DEL CENTRO
ES DONDE SANGRÉ UN POCO
BAJO EL PUENTE DEL CENTRO
NO PUEDO TENER LO SUFICIENTE
BAJO EL PUENTE DEL CENTRO
OLVIDÉ MI AMOR
BAJO EL PUENTE CENTRO
ENTREGUÉ MI VIDA


Los surcos del LP eran la primera marca de vida de este capítulo, las huellas que esta canción ha dejado en mis sentimientos son la segunda, pero nos queda la marca que convierte todo lo que he explicado hasta ahora en algo físico, la MARCA DE VIDA que queda en mis dedos después de una tarde de sábado aprendiendo a tocar Under The Bridge.

Dejo aquí los enlaces a tres de las joyas de ese LP:



Under The Bridge: Por las marcas de mis dedos.

5 comentarios:

tali dijo...

los chili peppers...grandes!!!!!

de ese album, si, under the bridge describe lo q senti (y aun siento) en la gran bogota...

Pero la mia, es indudablemente breaking the girl...

saludos, buen blog, me gusta resto lo que escribe!!!!

Hache dijo...

La vida consiste en crearse marcas ... en crear recuerdos (no me quites la idea ...)

:-)

Marina Culubret Alsina dijo...

me gustó ver las marcas que la vida nos traza....

callos deliciosos....sí! :-D


besos,

p.d: iré saboreando las joyas del LP poco a poco....

Anónimo dijo...

Esas ya son cicatrices del alma y no las borras ni con cirugía y ese es un álbum con el que vuelvo a morir una y otra vez.
un abrazo

Dejame que te cuente dijo...

comparto contigo estas experiencias...
yo también tocaba la guitarra en mi adolescencia...cuando como tu bien dices...
el "precio" de la música era tan elevado que la tornaba carismática...
eran otros tiempos...
los callos en las yemas de los dedos se fueron....
pero todavía recuerdo como dolían esas marcas que las cuerdas dejaban en los dedos (como en la foto)
Feliz finde Niño