Visto desde fuera, aquel tipo y el mar se acercaban el uno al otro despacio, como en los duelos de las pelis del oeste. incluso un silbido y el sonido de una serpiente cascabel cruzaron de lado a lado la playa y todos nos miramos sorprendidos.
Pero aquel tipo y la mar se querían, tanto, que la densidad entre sus miradas paró el tiempo.
3 comentarios:
Hermoso...
y en ese duelo en vez de una planta rodante, un alga vino enredada en una ola...
Bss
Con la mágica fotografía se puede conseguir parar el tiempo, está en nuestras manos buscar el momento.
Un abrazo!
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