Hunde tus remos en mi memoria, pero no eches el ancla hasta llegar al horizonte.
Una vez allí, haremos cumbre en nuestro pequeño mástil y nos pondremos de puntillas para deshollinar juntos las nubes negras. Ellas nos lo agradecerán compartiendo con nosotros su lluvia limpia, cálida y luminosa.
Sobre el tendal que amarraremos entre la luna y venus, colgaremos grandes sábanas blancas y el sol, al principio y al final de cada día, narrará nuestras aventuras en un cine mudo de sombras chinas.
Llegará la pleamar desde nuestros coloretes y una siesta dulce, de sosiego y piel,
acabará cada tarde en las arenas de un mar distinto.
Flotando a la deriva del planeta océano, nos damos cuenta de que no hay unión más completa
que la del agua... todos los ríos, los mares, los océanos, todos los lagos o manantiales, están conectados y son en realidad una inmensa gota que da vida a la tierra.
Bucea, escúchate. Golpea el agua con tus manos, hazlo sonar, participa de sus latidos.
....
....
....
....
....
lunes, 1 de noviembre de 2010
Wild Children
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario