Un buen amigo me recomendó el "HOTEL EUROPE".
Castres era una esas ciudades cuyo encanto exalaba un familiar olor a decadencia. Eso me atrapó.
Me gustan las cosas usadas y doy fe de que aquella ciudad había tenido muchas noches de estreno para aquel entonces..
Cuando ví la parte de atrás del HOTEL EUROPE supe que mi amigo me quería bien.
Los gatos que controlaban el trapicheo de raspas de sardina en el callejón, se esfumaron al verme, al fin y al cabo, por aquel entonces, yo solo era un extranjero con pinta de despistado.
(continuará)
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lunes, 2 de agosto de 2010
HOTEL EUROPE (I)
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