... Y en nuestro mapa salió cara.
Y echamos a rodar con la extraña sensación de que, a medida que avanzábamos, la furgo se iba fundiendon con la luz y ya casi no éramos capaces de distinguir, la parte trasera de nuestro viejo cacharro de los propios rayos del sol, como cuando aceleran las naves espaciales y, al avanzar más rápido que la luz, llegan a su destino antes que su propia imagen, perseguidas por una estela de si mismas...
¿Será nuestra estela lo que se funde con el sol según avanzamos? ¿Hay un combustible mejor?
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miércoles, 8 de septiembre de 2010
Mis memorias de las noches perdidas (IV)
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